Supera con éxito tu entrevista de trabajo
Para una entrevista de trabajo es fundamental la impresión que da el candidato al entrevistador durante los 2 primeros minutos. La claridad, brevedad y el impacto que se pueda dar son las mejores armas. Se trata de pensar de manera estratégica y naturalmente, informarse bien de la empresa en cuestión. Hoy en día es sencillo con todos los medios de comunicación a nuestro alcance saber en profundidad cuál es la “foto actual” de la entidad que nos puede contratar.
Como si de una estrategia de marketing se tratara debemos tener muy claros cuáles van a ser nuestros objetivos: Que la entrevista de trabajo se convierta en una oferta de trabajo. Demostrar una actitud, reflejar confianza y también intentar influir en el proceso de la entrevista. Que quede de manifiesto ese “valor añadido” que representamos para la empresa y para el puesto ofertado. Al final debemos conjugar tres variables concretas: Talento, pasión y responsabilidad.
Por otro lado, según asegura Gerardo Seeliger, presidente de Xchanging, hay que intentar buscar siempre aquella entrevista en la que se pueda dar el “cara a cara” y evitar, a ser posible, la que se realiza por teléfono. Naturalmente siempre se puede utilizar Skype.
En una entrevista según el propio Gerardo Seeliger se deberían dar 5 pasos: Preparación, introducción, la propia entrevista, corregir posibles fallos y mantener el contacto.
En cuanto a la preparación es conveniente saber quién nos va a entrevistar e informarse bien de la empresa, ya que denotará interés por parte del candidato. También se deberían buscar puntos de conexión, es decir, aspectos que tenemos en común. Navegando por LinkedIn podemos llegar a saber algunas preferencias del entrevistador. Al ser humano le tira mucho el “síndrome de la tribu”. Empatizamos con aquello que nos une.
Sobre la introducción debemos tener en consideración la apariencia, mantener el contacto visual con el entrevistador y al entrar dar la mano con “energía”. Es muy importante el lenguaje corporal.
De la entrevista en sí, cabe destacar que debemos ser concisos y claros, es decir, concentrar nuestras respuestas en 2 minutos máximo. Nuestras respuestas deben ser breves y potentes a la vez. Tenemos que saber anticiparnos a preguntas negativas. Y siempre responder con nuestro objetivo en mente. También es vital conocerse bien a uno mismo y hablar siempre en positivo.
Durante la entrevista es conveniente una escucha activa, interrumpir con pequeñas preguntas y mostrar así una participación mucho más dinámica. Aunque bien es cierto que la empresa o entidad en cuestión, buscará que seas rentable para ellos. Querrán ver cómo eres capaz de argumentar. Se trata de dejar tu huella y que te recuerden. Además, el ser muy concretos nos otorgará una mayor credibilidad y fuerza. Por ejemplo, si somos capaces de poner sobre la mesa cifras o porcentajes.
Por ello, es recomendable prepararse una serie de preguntas interesantes antes de acudir a la entrevista. Fijar en un papel por escrito el día antes: hacia dónde va la empresa, mi posibilidad de crecer dentro de la organización, aportar valor añadido o preguntar si existe algún “mentor” dentro de la misma. Y por supuesto quieren ver nuestra capacidad de negociación. Debemos negociar pero con diplomacia.
Una vez finalizada la entrevista, no está de más corregir posibles fallos, es una muestra más de nuestro interés por el puesto ofertado. Preguntar por cuáles son los siguientes pasos en el proceso de selección y no olvidarnos de dar las gracias.
El último paso del proceso de la entrevista, y no por ello menos importante, es mantener el contacto. Enviar una carta o un email de agradecimiento o mandar artículos de interés. Eso hace que destaques y que te diferencies del resto.
Tampoco debemos olvidar nuestro “personal branding” que también se identifica con nuestra identidad en la red, como por ejemplo, LinkedIn o Twitter.
CONCLUSIÓN
En definitiva, todos estos pasos y todas estas ideas forman parte de un todo. Se trata de convencer de que nosotros somos el mejor candidato para el puesto. Muestra reciprocidad, compromiso, prueba social, hazte el simpático y sonríe. Habla con rectitud, adáptate, escucha, comparte y “juega en equipo”. Y como pasa en el deporte y en la vida misma, ten siempre un “plan b”. Infórmate si la empresa tiene también alguna vacante en otro país al que estarías dispuesto a irte.
Deja muy claros tus datos de contacto en tu currículum. Arriba a la izquierda y bien visibles. Nombre, email y teléfono. Demuestra que sabes venderte. Y por supuesto no pierdas la pasión y la ilusión. Lucha y pelea por el puesto.
Fabian Engelhard, programa Data Analyst de Generation Spain